Nada más revolucionario que el
gesto de Jesús al partir y repartir el pan, ciertamente nos deja su presencia
en la Eucaristía, pero sobre todo nos deja su cuerpo roto y entregado para que
sus amigos y toda persona sin exclusión alguna tenga vida en Él. Al quitarse la túnica, hincarse en tierra y
desde ahí lavar los pies a los discípulos, nos dejó su enseñanza máxima del
amor: el servicio a los demás, desde su posición, no desde nuestra altura. Allí
comienza la revolución de la ternura.
Jueves Santo entonces nos recuerda
el Día del Amor Fraterno. Porque para celebrar la Eucaristía hay que vivir en
actitud de servicio: a la comunidad, al hermano más débil, a los más
necesitados a los de cerca y los de lejos, a todos, al estilo de Jesús.
"Yo estoy entre
vosotros como el que sirve." Jesús no renuncia a ninguna grandeza humana,
pero denuncia la falsedad de la grandeza que se apoya en el poder. La verdadera
grandeza humana está en parecerse a Dios que se da sin reservas. Todo ser
humano, también Jesús, es un proyecto que tiene que ser llevado a la
realización completa. Esa plenitud, a la que puede llegar, está marcada por su
capacidad de darse.
A USTEDES LOS LLAMO AMIGOS
Florentino Ulibarri
A ustedes que siguen con entusiasmo
sin saber muy bien hacia dónde vamos;
a ustedes que les pesan las normas y leyes
y han empezado a desprenderse de ellas;
a ustedes que no tienen miedo a ser libres
y aman de corazón a toda persona;
a ustedes los llamo amigos.
A ustedes que escuchan mis palabras
y les dan crédito aunque les suenen extrañas;
a ustedes que reciben mi Espíritu y proyecto
y con esmero buscan su crecimiento;
a ustedes que han sacrificado
sin esperar recompensa ni reconocimiento;
a ustedes los llamo amigos.
A vosotros que os reunís en mi nombre
y evocáis mi presencia, vida y sueños;
a vosotros que a pesar de dudas y cansancio
dejáis la tranquilidad de la tierra conocida;
a vosotros que transitáis fronteras con temor
pero despiertos y en mi compañía;
a vosotros os llamo amigos.
A vosotros que no hacéis ascos a lo desconocido
y os adentráis hasta sus entrañas para conocerlo;
a vosotros que dais la cara, arrimáis el hombro
y echáis una mano a quienes aparecen en las aceras;
a vosotros con quienes se puede contar
para toda causa buena, justa y humana;
a vosotros os llamo amigos.
A ustedes que exploran y cuidan la realidad
e intentan transmitirla mejorada;
a ustedes que no se dejan pervertir
a pesar de vivir en orillas y fronteras;
a ustedes que habiendo salido de su tierra
se niegan a ser extranjeros y a vivir explotados;
a ustedes les llamo amigos
A ustedes que a pesar de su debilidad
no decaen en su anhelo de caminar;
a ustedes que se mantienen firmes
y cultivan experiencias de solidaridad;
a ustedes que no renuncian a la utopía
y caminan siguiendo mis huellas hacia el Reino;
a ustedes los llamo amigos.